Descubre cómo enseñar sexualidad en la adolescencia de manera efectiva

La sexualidad es un tema que, pese a ser sumamente importante, todavía es considerado tabú en el 60% de los hogares. Esta es una cifra alarmante, puesto que, por falta de acceso a la información aumenta el riesgo de embarazos antes de los 18 años, un mayor porcentaje de enfermedades de transmisión sexual entre este grupo poblacional, etc. Para prevenir estos índices, muchas veces la educación de la sexualidad en la adolescencia recae en manos de los centros educativos, donde son los docentes quienes deben dictar clases que aborden este tema.

Sin embargo, ¿es fácil explicar la sexualidad a los adolescentes desde la perspectiva docente? Y si es así ¿Cómo puedes hacerlo?

cómo enseñar sexualidad en la adolescencia

El material educativo del MINEDU para abordar la sexualidad en el entorno escolar

El currículo nacional de la educación básica proporciona materiales que los docentes pueden usar para instruir a sus estudiantes sobre estos temas desde nivel inicial, pasando por primaria y secundaria. 


En cuanto a nivel secundaria, es importante primero identificar los problemas que tienen los estudiantes respecto a estos temas, para luego identificar los aprendizajes que se les quiere hacer llegar.

Problemas que enfrentan los estudiantes sobre el conocimiento de la sexualidad

Los estudiantes de secundaria enfrentan varios desafíos cuando se trata de entender la sexualidad. Uno de los problemas principales es la falta de información adecuada. La educación sobre sexualidad que reciben en muchas ocasiones está enfocada únicamente en los riesgos y enfermedades, sin ofrecer una visión completa que también incluya aspectos emocionales, sociales y de relaciones afectivas.

Además, muchos adolescentes sienten vergüenza o temor al abordar temas relacionados con la sexualidad en el entorno escolar. Este tabú genera una barrera para el aprendizaje, ya que se evitan discusiones abiertas que permitan aclarar dudas y promover un entendimiento más profundo.

Otro problema significativo es la dificultad que tienen los jóvenes para expresar sus inquietudes sobre su sexualidad a los adultos, lo que aumenta su confusión y los expone a desinformación. Como resultado, los adolescentes pueden tomar decisiones basadas en mitos o suposiciones erróneas.

También es común que los adolescentes establezcan relaciones sentimentales a temprana edad, las cuales suelen ser inestables y se ven influenciadas por la presión del grupo. Estas relaciones, a menudo marcadas por estereotipos de género y violencia, dificultan la formación de vínculos saludables y respetuosos.

¿Qué se debería enseñar a los adolescentes sobre sexualidad en las escuelas? 

En las escuelas, es esencial proporcionar a los adolescentes información actualizada y basada en evidencia sobre la sexualidad humana, que cubra aspectos biológicos, emocionales y sociales. Los estudiantes deben aprender a reconocer y valorar los cambios corporales relacionados con su género, entendiendo que estos cambios forman parte de su desarrollo personal y no deben ser motivo de vergüenza o estigmatización.

Es igualmente importante que los jóvenes reflexionen sobre los mitos, creencias y estereotipos de género que suelen circular en su entorno, para poder analizarlos de manera crítica y tomar decisiones informadas. Además, la comunicación asertiva debe ser una habilidad clave en este proceso, ya que los adolescentes necesitan aprender a expresar sus inquietudes sobre sexualidad con confianza, y a formular preguntas a los adultos sin temor.

La educación también debe abordar la importancia de las relaciones afectivas y emocionales saludables. Los adolescentes deben comprender el valor de construir vínculos basados en el respeto mutuo, así como la necesidad de tomar decisiones responsables sobre su sexualidad y bienestar.

Los docentes deben capacitarse para abordar estos temas con sus estudiantes de forma apropiada, adaptando el contenido a las edades y necesidades específicas. Es fundamental que se fomente un entorno educativo donde los jóvenes puedan expresar sus inquietudes con confianza, en un espacio que respete su autonomía y fomente el respeto mutuo.