¿Cómo aplicar la innovación pedagógica en la educación inicial?
¿Qué se entiende por innovación pedagógica en educación inicial? Cuando hablamos de innovación pedagógica, ya sea en el campo de la Educación Inicial, primaria, secundaria o incluso en educación superior, nos referimos a los cambios que se realizan no solo en el currículo, sino en las personas, los ambientes de aprendizaje y las relaciones pedagógicas, con el objetivo de solucionar las problemáticas detectadas. Sin embargo, es importante agregar que dichos cambios no pueden ser arbitrarios, sino que deben estar sustentados en un conjunto de principios y teorías coherentes.
El Fondo Nacional de Desarrollo de la Educación Peruana (FONDEP) da esta definición en su Marco de Innovación:
(...) entendemos por “innovación educativa” al proceso de transformación significativa, deliberada y pertinente, de una situación vigente por otra cualitativamente distinta, más funcional, orientada a la mejora de la calidad educativa con equidad, a través de la introducción de algún elemento nuevo o la adaptación creativa de sus componentes. (FONDEP, 2014, p. 23).
No es lo mismo innovación pedagógica que innovación curricular
Muchas veces se confunde el término innovación pedagógica en Educación Inicial con innovación en la malla curricular. Y aunque tienen puntos en común también hay varias diferencias. Por ejemplo, mientras que en el cambio de plan de estudios existe la posibilidad de modificar la forma cómo se enseña, en la innovación pedagógica esta no es una posibilidad, sino un hecho.
Otra diferencia clave, es que cuando hablamos de innovación tecnológica en Educación Inicial los cambios que se piensan no abordan solo el plan de estudios, sino que aborda el núcleo pedagógico en sí y el ambiente de aprendizaje.
Aplicación de la innovación pedagógica en Educación Inicial
Cuando hablamos de innovación pedagógica, muchas veces se comete el error de creer que implica solamente la introducción de nuevas tecnologías. Sin embargo, esto va mucho más allá. Requiere que se cree el escenario perfecto que propicie la innovación para esto, es crucial:
1. La capacitación de los docentes
Para que la innovación se dé en el entorno escolar y favorezca el aprendizaje de los estudiantes, es clave contar con una plana docente profesional en constante capacitación. La formación continua facilita que estén al tanto de las últimas tendencias educativas para de esa manera aplicar las que sean convenientes, según los puntos de dolor detectados en las aulas.
2. La flexibilidad de los currículos
Como se mencionó inicialmente, los currículos también tienen que ver con la innovación pedagógica, aunque no son el núcleo de esta. Sin embargo, para que apoyen dicha innovación es necesario que no sean rígidos, sino que puedan ser adaptados según las necesidades de los estudiantes, tanto en términos colectivos como individuales.
3. La promoción del aprendizaje activo
Continuar con lecciones jerárquicas donde los estudiantes son agentes pasivos de su educación no contribuye al desarrollo de sus habilidades. Parte de las estrategias de innovación pedagógica en las aulas de educación inicial incluyen incluir el aprendizaje práctico mediante la integración del juego o la exploración. Estas prácticas, que escapan de la simple impartición de la teoría, ayudan a que los estudiantes sean más creativos y desarrollen su pensamiento crítico desde edades tempranas.
4. Integración de tecnología en el aula
Si bien el pilar de la innovación pedagógica no es la tecnología, sí es un elemento que debería ser integrado en los entornos donde dicha implementación sea realista y posible. Pero ¿por qué motivo? Porque el uso de herramientas tecnológicas como celulares, tabletas o computadoras permite que los estudiantes accedan a información de una forma distinta, incluso más dinámica y activa.
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