Artes expresivas: ¿qué son y por qué son importantes para los niños?
Las artes expresivas forman parte de la educación de los niños desde edades tempranas. Desde preescolar, hay cursos o sesiones de estudio que se enfocan en enseñarles música, danza, teatro; sin embargo, ¿cuál es el propósito de inculcarlas en las escuelas?
¿Qué son las artes expresivas?
Primero que nada, hay que comprender qué son las artes expresivas. Se trata de un tipo de arte que permite a las personas expresar libremente sus emociones, sentimientos o pensamientos. En ese sentido, no se busca que el producto final sea perfecto, sino que lo que importa es el proceso que contribuyó a su desarrollo.
Las artes expresivas: ¿Cuál es su valor educativo?
Todas las asignaturas que se imparten en los centros de estudio tienen un propósito, y lo mismo sucede con las artes expresivas. No se trata solo de materias que llenan el currículo, sino de asignaturas que favorecen el desarrollo integral de los estudiantes.
Cuando hablamos del aprendizaje derivado de la inclusión de asignaturas artísticas, nos referimos a materias que contribuyen a:
1. Desarrollar el pensamiento abstracto, ya que permiten que los estudiantes busquen soluciones creativas a diferentes situaciones. Por ejemplo, al solicitarle al estudiante crear una nueva pintura que transmita felicidad, este debe pensar cómo representar este concepto de forma visual y simbólica.
2. Despertar el interés por el conocimiento, motivando a los niños a explorar nuevas áreas de aprendizaje. En el caso de la clase de música, no se trata solo de aprender a tocar un instrumento, siguiendo las instrucciones del docente, habrá estudiantes que busquen ir más allá e intenten comprender cómo surgió la composición de una canción o cómo se dio la idea para crear el instrumento.
3. Proporcionar un medio alternativo para expresar emociones, ayudándolo a comunicar lo que sienten de manera no verbal. Un caso concreto es el de un niño que tiene dificultades para hablar sobre su ansiedad, el cual puede usar el dibujo o la escritura para mostrar cómo se siente.
4. Promover la autoconciencia, permitiéndoles conocerse mejor a sí mismos. Por ejemplo, en una clase de teatro, los estudiantes interpretan diferentes personajes, lo que los lleva a reflexionar sobre sus propias emociones y respuestas ante diversas situaciones.
5. Incentivar la imaginación y la creatividad, brindando oportunidades para pensar de manera innovadora. Por ejemplo, en un proyecto de escultura, los estudiantes crean figuras utilizando materiales reciclados, fomentando la creatividad al encontrar nuevas formas de usar objetos cotidianos.
6. Favorecer el trabajo en equipo, al requerir colaboración y cooperación en proyectos grupales. Un caso es el de una clase de danza, donde todos deben trabajar juntos para coordinar una coreografía, aprendiendo a escuchar y respetar las ideas de los demás.
7. Reducir el estrés y la ansiedad, ofreciendo una vía para liberar tensiones a través de la creación artística. En música, el hecho de tocar un instrumento o cantar, puede ayudar a que los estudiantes se relajen y se desconecten del estrés diario.
8. Mejorar la capacidad de observación y memoria, ya que las artes exigen atención a los detalles. En una clase de dibujo, nos encontramos con el caso de niños que deben pintar a partir de un modelo, como un bodegón o un paisaje. Para lo cual necesitan observar las formas, los colores, texturas, etc.
9. Fomentar la disciplina y la constancia, al requerir práctica constante para perfeccionar las habilidades artísticas. Un claro ejemplo, es el de estudiantes que aprenden un instrumento musical, o desarrollan su técnica vocal. La práctica constante y el conocimiento de la técnica los ayudará a ir perfeccionando sus habilidades.
Como se observa, las artes expresivas no son una forma de complementar los conocimientos teóricos impartidos en los centros de estudios, sino que tienen un valor y propósito. Incluso cada disciplina en sí misma contribuye al desarrollo de ciertas habilidades especiales. Además, algunas de ellas pueden ser usadas en sí mismas con fines formativos no relacionados con el aprendizaje de la disciplina artística.